Casa Castril - Museo Arqueólogico - Museo Arqueológico, 42-43 18010, Granada
Los Reyes Católicos otorgaron a su secretario personal, don Hernando de Zafra, el señorío de Castril, título que heredó su familia. Uno de sus nietos construyó en 1539 esta casa palaciega en el barrio del Albaicín, destacando en ella la bella portada plateresca, realizada en arenisca. Presenta un balcón central con medallones en relieve y un friso con la figura de un ángel acompañado de grifos. El edificio se estructura alrededor de un patio cuadrangular, formado por pórticos de arcos de medio punto sostenidos por columnas de mármol. La escalera de acceso a la segunda planta está cubierta con un sensacional artesonado mudéjar. En la actualidad es la sede del Museo Arqueológico Provincial.
El Museo Arqueológico de Granada fue uno de los primeros fundados en España, junto a los de Barcelona y Valladolid, siguiendo las huellas del Museo Arqueológico Nacional, creado en 1867. Entre los años 1842 y 1879 no existió como tal museo sino que fue un Gabinete de Antigüedades dependiente de la Comisión de Monumentos de Granada, a cargo del eminente pintor Manuel Gómez-Moreno González, que además se encargó de recoger los primeros restos que se hallaron en Atarfe pertenecientes a la antigua ciudad emiral-califal de Medina Elvira (siglo VIII-XI) y otros de distintas épocas que fueron donados a dicha Comisión.
En 1917 se adquirió la Casa de Castril, a los herederos del insigne arabista Leopoldo Eguilaz y Yanguas, para ubicar definitivamente el Museo. La casa se halla enclavada en la Carrera del Darro, en el antiguo barrio árabe de Ajsaris, sede a partir del siglo XVI de parte de la nobleza granadina, como muestran sus construcciones blasonadas. La Casa de Castril es uno de las mejores palacios renacentistas de Granada y perteneció a la familia de Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, que participó activamente en la conquista de Granada y en sus Capitulaciones. En lo alto de la fachada está grabada la fecha de su construcción: 1539. Esta obra ha sido atribuída a Sebastián de Alcántara, uno de los más destacados discípulos de Diego de Siloe.
También aparece en la fachada el escudo de la familia con la torre de Comares de la Alhambra, en la que podemos observar perfectamente las celosías de madera de las ventanas principales del salón como existían en su época y que con acierto han sido colocadas de nuevo por el Patronato de la Alhambra. Una bella ventana de esquina en lo alto tiene el lema “Esperándola del Cielo”, que ha sido inspiración de diversas leyendas románticas:
Esta casa señorial está formada por un zaguán con escalera y ventanales de clara tradición renacentista desde el que se accede hasta el patio central con salas abiertas a las galerías baja y alta, y un bello jardín posterior. Sufrió una transformación radical para la instalación en ella del Museo. De 1917 a 1941 el arquitecto Fernando Wilhelmi Manzano realizó en ella una profunda reforma estructural, respetando los elementos constructivos más destacados, como la escalera del zaguán, las galerías del patio o algunas armaduras de madera del techo de las salas. Además, al Norte del jardín de la casa, añadió un pabellón de dos plantas. El Museo de Bellas Artes que ocupaba el pabellón nuevo a Norte del jardín, se trasladó al palacio de Carlos V en 1946. Francisco Prieto-Moreno Pardo será el arquitecto que haga las reformas posteriores de 1955 a 1974. En 1962 se adquirió la Casa del pintor Rafael Latorre, aledaña a la Casa de Castril para convertirla en una ampliación del espacio del Museo.
En ese largo periodo fueron sus directores Joaquín Villalba Bru (1919-1922), y personalidades de tal relevancia en la vida cultural y universitaria granadina como Antonio Gallego Burín (1922-1931) y Joaquina Egüaras Ibáñez (1931-1967).
Siendo directora Angela Mendoza Egüaras (1967-1988), se realizó su configuración actual, trás la reforma de 1970, que abarcan desde la Prehistoria hasta el final de la Edad Media. En 1980 se creó la Sección Etnológica pero nunca se ha desarrollado por desgracia, aunque existen en reserva espléndidas colecciones de vidrio de Castril y de cerámica granadina de Fajalauza.